Los disfraces de nuestros niños no tienen por qué ser siempre caros. En casa, con poco dinero y algunos materiales, podemos hacer verdaderas maravillas. Por ejemplo, seguro que todos compramos huevos durante la semana. Por tanto, seguro que todos tenemos hueveras de cartón en la nevera, algo que después tiramos sin ningún tipo de contemplación, pues generalmente no le vemos uso alguno.
Pues bien. Con esas hueveras podemos conseguir un divertido disfraz para nuestros hijos. Se trata de unas simpáticas naricitas de animales, que harán que nuestros pequeños sean por un rato un cerdito, una ratita o un gatito.
Materiales:
- Huevera
- Tijeras
- Hilo elástico
- Pinturas
Paso a paso:
Tomamos las hueveras y recortamos la parte en la que van introducidos los huevos. Esta parte se amoldará a la perfección a las naricitas de nuestros hijos, incluso a las nuestras. Esta parte de la huevera servirá para hacer hocicos pequeños de animales. No obstante, si lo que queremos es hacer un morro puntiagudo de ratón o un pico de pato, quizá sea mejor tomar la parte que separa cada huevo, más afilada.
Ahora llega la parte divertida, en la que mediante nuestra pintura plástica, podremos dibujar la nariz de uno de los animales favoritos de nuestros hijos. Como normalmente estos animales tienen bigotitos tenemos dos opciones. O bien pintamos los bigotes en la cara de nuestros hijos, saliendo directamente de la nariz, o bien usamos unos alambres finitos cubiertos de tela para poder colocarlos en la huevera.
Para engancharlos a la cara de los niños, tan sólo debemos hacer dos agujeritos pequeños y pasar el hilo elástico. Si además queremos, podemos hacer divertidas orejas con este mismo material, para poder completar así el disfraz perfecto para una fiesta de cumpleaños o de final de curso.
Fotos vía: petit-on, baballa y guiadelnino